En medio del aumento de contagios e internaciones que se vive en estos días, en EscuchATE, el programa de radio de la Asociación de Trabajad...
En medio del aumento de contagios e internaciones que se vive en estos días, en EscuchATE, el programa de radio de la Asociación de Trabajadores del Estado filial Chaco que se emite los jueves, de 8 a 10, por Nuestra Voz 88.7, salieron al aire dos trabajadores de la salud para hacer referencia a los desafíos y problemáticas en este contexto de emergencia. Flavia Beltrán, afiliada de ATE Chaco y trabajadora de la Dirección de Laboratorios provincial, contó cómo se organizó la estructura sanitaria al comenzar la pandemia y la desconsideración que recibe el personal del sector; y Rodolfo Arrechea, coordinador del área Salud de ATE Nacional, brindó un panorama a nivel país y detalló los desafíos a futuro.
Beltrán participó el año pasado en el
armado de la red de laboratorios en la provincia para la detección de Covid-19.
Esto incluye la distribución de las muestras tomadas para su procesamiento y la
carga de las mismas y sus resultados a nivel provincial.
“Cuando esto empezó el proceso era tan
estresante que no teníamos horarios de salida. En Chaco cabe reconocer a los
profesionales, quienes estuvieron a la altura de la situación. No sé mucho de
epidemiología, pero el que conozca un poco de números puede comparar con otros
países, y creo que la provincia se distinguió gracias al valor de nuestros
trabajadores y trabajadoras de la salud”, expresó.
Beltrán destacó el trabajo en equipo
que realiza el personal de salud, desde la parte administrativa, a quienes
cargan los datos, y las y los bioquímicos o las y los trabajadores que hacen la
limpieza, que permite llevar adelante el proceso de manera completa y
meticulosa.
“Faltaría rever la lista de
prioridades y observar por qué el trabajador queda para lo último. No tenemos
tanto profesionales porque muchos hacen sus residencias, sus especializaciones,
y se van a trabajar a otras provincias. Eso sucede hace muchísimo tiempo. Actualmente
tenemos profesionales que están pasando por situaciones difíciles, que a veces
tardan meses en pagarles, en hacerles la renovación de sus contratos”, declaró.
“La mayoría de las veces cuando el
Estado propone algo, y lo hablo como una trabajadora que estuvo precarizada,
hace un ofrecimiento que por burocracia llega tarde”, sostuvo.
En situación de precariedad se
encuentran por ejemplo las y los trabajadores del programa Expertos, que están
reclamando hace más de una semana por sus derechos laborales. Dicha iniciativa
comenzó en 2009, en el gobierno de Jorge Capitanich.
“Hay profesionales, hay trabajadores
que están trabajando desde el día cero en áreas covid, estando expuestos,
estando en la primera línea, dándole respuesta no solo a la gente sino también
al Estado. Por eso está bueno discutir esto: está bien levantar un hospital
modular, tener más camas, adquirir recursos, está bien que nosotros nos veamos
en la responsabilidad de estar a la altura, pero el bienestar de las y los
trabajadores tiene que estar en la misma línea de prioridad, pues la
herramienta somos nosotros para que los hospitales funciones, para que las
internaciones del interior no se saturen. Todas las y los trabajadores del
sector son importantes para el cuidado de la salud de toda la población”, afirmó
Beltrán.
“Muchas trabajadoras y trabajadores de
la Salud no llegan al salario mínimo vital y móvil. Las personas que lograron
su estabilidad con el último pase a planta no solo no alcanzan este monto, sino
que de bolsillo cobran menos incluso que alguien precarizado. El programa
Expertos es una herramienta que se sigue usando para tener trabajadores
precarizados y tener mano de obra barata”, finalizó.
Por su parte, Arrechea hizo hincapié
en la importancia de la salud pública gratuita. “En el sistema sanitario argentino,
desde la renuncia de Ramón Carrillo en junio de 1954, se perdieron 22 mil camas
hasta marzo de 2020. Eso tiene que ver con que el rol del hospital público fue
postergado por parte de los distintos gobiernos. A partir de esta emergencia,
lo que hizo esta pandemia, fue resignificar el rol de la salud pública”,
sostuvo.
“En 2020 veníamos de otra pandemia, la
del macrismo, que nos dejó sin Ministerio de Trabajo, sin Ministerio de Cultura
y sin Ministerio de Salud. Un gobierno que dejó vencer vacunas, modificó el
calendario de vacunación para niños y niñas, y les quitó medicación gratuita a
los adultos mayores a través el PAMI. En ese contexto, hubo que poner al sector
sanitario de pie y fue muy importante lo que se hizo desde el actual gobierno
nacional”, expresó.
Arrechea afirmó: “La prioridad que
nosotros nos planteamos desde la Asociación de Trabajadores del Estado es
priorizar la salud de la población, la protección de nuestros trabajadores y
trabajadoras, pues ya tenemos más de 500 compañeros de la salud, desde Jujuy a
Tierra del Fuego, que han perdido la vida por estar en la primera línea
combatiendo la pandemia. En los hospitales no se para, no se descansa, nos
sacaron las licencias, las vacaciones, todos los descansos, y sin embargo se
sigue atendiendo a la población”.
“Vemos que hoy lo más importante es
que la mayor parte de la población sea alcanzada por la vacuna, hay un plan
nacional de vacunación muy importante y la Argentina está haciendo un esfuerzo
inmenso para acceder a las mismas y distribuirlas. Como sindicato hemos abierto
las puertas y en algunos Consejos Directivos somos parte del plan de
vacunación, que no es para nuestros afiliados, sino para que la población en
general se acerque y se vacune en nuestras sedes. Para nosotros eso es un honor.
Lo que derrota a una pandemia es la coherencia de un gobierno y las vacunas”,
manifestó.
De acuerdo al coordinador del área
Salud de ATE Nacional la apertura escolar en la Ciudad de Buenos Aires provocó
que un millón de personas recargara el servicio de transporte público y en el
resto del país doce millones de personas se movilizaran.
“La apertura escolar ha sido una de
las causas principales, no la única, del aumento de los contagios e
internaciones. Ahora tenemos un colapso sanitario que supera al AMBA y que se
ha extendido al interior del país, y que está costando un esfuerzo inmenso que
se sostiene por las y los trabajadores de la salud. Hasta tanto se extienda la
vacunación a la mayoría de la población para alcanzar la inmunidad de rebaño,
son las restricciones lo que cuida la salud de nuestra gente”, sostuvo.
“El desafío es tener soberanía
sanitaria, cosa que todavía no hemos alcanzado. Como gremio, impulsamos la
campaña denominada Volver a Carrillo,
que apunta a fortalecer el rol de la salud pública y revalorar el hospital
público. Pasada la pandemia, el sistema sanitario no debe empezar a debilitarse
sino que debe quedar fortalecido como se ha logrado ahora, que tenemos mayor
capacidad de camas de terapia intensiva, más recursos humanos y mejor aparatología,
y debe crecer”, afirmó Arrechea.
“Tener soberanía sanitaria significa
mover muchos intereses, pero la salud pública, gratuita y solidaria es lo más
importante que puede tener un pueblo. Nosotros como gremio tenemos que seguir
abonando para que podamos tener un sistema unificado de salud, trabajar
coordinadamente con la parte privada, y tener una paritaria en el Estado – como
tienen los docentes – para todos los trabajadores de la salud, porque nos
merecemos a igual trabajo, igual remuneración”, concluyó.