Este sábado 19, se cumplen 10 años desde la inauguración de ese espacio cultural. Una vez más, este evento trascendente nos encuentra en las...
Este sábado 19, se cumplen 10 años desde la inauguración de ese espacio cultural. Una vez más, este evento trascendente nos encuentra en las calles reclamando demandas que desde hace años no se resuelven. Trabajadores y trabajadoras de Cultura convocan a una jornada de lucha en la puerta de Marcelo T. De Alvear y Mitre, el viernes 18, desde las 18 horas.
La Casa de las Culturas de Resistencia
cumple 10 años de vida este 19 de diciembre. En este marco, la Asociación
Trabajadores del Estado (ATE Chaco) celebra siempre las inversiones en
infraestructura que permita el acceso de la población a los servicios públicos,
pero recuerda que detrás de toda obra siempre hay trabajadores y trabajadoras
sosteniendo las políticas públicas. Y en nuestra provincia, lastimosamente casi
siempre se trata de precarizados.
Como para toda la provincia, el país y
el mundo entero, éste ha sido un año por demás complejo. Y en esa complejidad,
los trabajadores y trabajadoras del Estado provincial tuvieron que afrontar la
pandemia con sueldos de miseria, y muchas veces en condiciones alarmantes.
Cuando la gestión del entonces
gobernador Jorge Capitanich decidió iniciar este magnánimo proyecto
constructivo (presentado como la megaobra cultural del NEA por excelencia) el
Instituto de Cultura ya contaba con una parte importante de su personal en
situación de precariedad laboral. Algunos con 4, 5, 6 años cumpliendo funciones
para el Estado chaqueño a cambio de una beca.
Hoy, 10 años después, está claro que
ese espacio cultural es referencia nacional para la producción de espectáculos
y actividades artísticas. Pero la masa de trabajadores y trabajadoras
precarizadas se ha duplicado. Es decir: en estos 10 años, la planta del Instituto
de Cultura se duplicó, pero todas esas personas que ingresaron a trabajar al
Estado chaqueño siguen siendo sostenidas durante años y años con sueldos de
miseria. Al día de hoy, más de la mitad del personal de Cultura (entre personal
de planta, becas, contratos con Fiduciaria, contratos directos, contratos
artísticos, etc.) tienen que vivir (en tiempos de encierro, pandemia e
inflación) con menos de 20 mil pesos al mes. ¿Es posible sostener políticas
públicas en esas condiciones? Evidentemente sí, gracias a la voluntad de las
trabajadoras y trabajadores. ¿Es digno, justo, legítimo y hasta legal? Claro
que no.
En medio del Aislamiento Social
Obligatorio, las trabajadoras y trabajadores tuvieron que dejar sus “changas”
con las que sobreviven, y arreglárselas para vivir con esos sueldos que el
Estado chaqueño les da, a cambio de responsabilidades, tareas, horarios, etc.
Si la pandemia fue dura para la gestión estatal, no costará imaginarse cuánto
lo fue para los precarizados.
En medio de esa situación, decíamos,
no se otorgaron aumentos en contratos, bonificaciones correspondientes para
personal de planta, sino hasta que organizados en ATE volvimos a salir a las
calles a reclamar. En ese contexto, millonarias sumas de dinero fueron
destinadas a mejoras en los edificios de Cultura. Como ya lo hemos dicho,
estamos totalmente de acuerdo que esto era una necesidad. Pero también es una
necesidad llevar la comida a la mesa de los trabajadores. “Son distintas
partidas presupuestarias”, nos respondía el Directorio de Cultura, para
negarnos las posibilidades de aumentos. Pues bien, modifiquen las partidas
presupuestarias, porque una vez más decimos: sin trabajo digno, no hay política
pública posible.
Este fin de año nos encuentra
atravesando una de las peores crisis de los últimos años. Llamamos, convocamos,
reclamamos al gobernador Jorge Capitanich a que de una vez por todas se siente
a escuchar las necesidades de sus trabajadores. De lo contrario, el 2021 nos
volverá a encontrar en las calles, reclamando por lo que por legítimo derecho
nos corresponde.