Este 8 de marzo, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) reivindica la lucha de aquellas obreras que murieron calcinadas en una fábrica...

Este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, reivindicamos la lucha de las dirigentes sindicales, sociales y políticas, chaqueñas, argentinas y latinoamericanas que desafían diariamente el mandato social que el patriarcado les impone. Su lucha fue imprescindible para forjar la historia de las resistencias y luchas colectivas más transformadoras dentro de la sociedad. Su participación sigue siendo el motor que engendra las esperanzas en un mundo mejor.
Pero este día también ratificamos que toda violencia contra la mujer, es siempre institucional. Porque la lucha contra la violencia de género requiere una decisión política, que implique políticas concretas con presupuesto propio. Hasta tanto no se destinen los fondos que hagan falta para generar las condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, la reivindicación de sus derechos será sólo un maquillaje político.
Porque seguramente un noticiero nos informará que apareció otra mujer muerta por machismo, mientras otra madre renuncia a estudiar o trabajar por no tener con quién dejar a sus hijos, que para esta sociedad patriarcal, los hijos, todavía siguen siendo sólo responsabilidad de las madres.
Como sindicato que lucha por la dignidad de los trabajadores, advertimos que hasta tanto el Estado no disponga de sitios óptimos en todo país, donde todas las mujeres trabajadoras puedan dejar tranquilas a sus hijos en sus horarios de trabajo, mientras continúe en los ámbitos laborales la brecha que existe entre los sueldos y las oportunidades de progreso entre hombres y mujeres, no habrá en este sueldo igualdad de derechos. Y la lucha, por supuesto, continuará, como siempre, desde los lugares de resistencia.